Raphael Rinaldi, campeón estatal de judo, corredor de maratón, padre, ávido motociclista y herrero ocasional, y director de Asuntos Reglamentarios, comparte lo que ha hecho de su trayectoria profesional en Kenvue una experiencia en constante crecimiento.
¿Podría compartir con nosotros su trayectoria profesional hasta la fecha?
Hoy tengo dos funciones principales: una es ser un facilitador de excelencia para los productos, las estrategia y las declaraciones para la salud esencial; la segunda es trabajar con el equipo de control de América Latina para asignar e identificar las capacidades necesarias para prosperar y ofrecer a nuestros consumidores lo que necesitan.
En 2011 empecé como becario en un área de transferencia de tecnología donde aprendí sobre el proceso de fabricación y las diferentes tecnologías que se empleaban para crear productos. Esto me dio la oportunidad de trabajar como científico de desarrollo de productos para el cuidado del bebé y, más tarde, en el cuidado bucal. He aceptado asignaciones en el extranjero para rodearme por completo de los procesos de los mercados líderes, y más tarde pasé a trabajar en la función de cuidado solar y facial, donde asumí dos funciones, como científico principal y como miembro del equipo de marketing durante seis meses. Ahí trabajé en las fórmulas pero conectando con nuestros profesionales de atención sanitaria para que informaran a sus pacientes de los últimos avances científicos sobre la salud dermatológica.
¿Siempre ha querido ser científico?
Siempre me han interesado muchas vías distintas, tanto personal como profesionalmente. Quería tener un trabajo donde tuviera libertad para crear y experimentar cosas diferentes. Para mí es importante que una persona siga superando sus propios límites, tanto física como intelectualmente y, en mi función, puedo predicar con el ejemplo.
¿De qué otras formas predica con el ejemplo a su equipo?
Liderando con empatía. Siempre.
Cuando se trata de mi equipo es importante recordar que todos somos seres humanos. Algunas de mis conversaciones favoritas con altos directivos han sido cuando tienen que dar por finalizada una llamada para meter a sus hijos en la cama o llevarlos al entrenamiento de fútbol: para crear una cultura para nuestra gente, tenemos que predicar con el ejemplo y dedicar el tiempo que necesitamos para nosotros mismos. Dedica esos 30-60 minutos para hacer ejercicio, preparar una comida para tu familia, y no te sientas culpable por ello.
¿Cuál cree que es una de las partes más influyentes de su función?
Además del liderazgo de las personas, que en última instancia es lo más importante, creo que el papel que tenemos mi equipo y yo es fundamental. Tomamos un concepto muy complejo y nos aseguramos de que es digerible para las masas.
